Esta historia comienza donde acaba “El pan de la guerra”: Parvana, la muchacha protagonista, pierde a su padre mientras se desplazan para reunirse con el resto de su familia desde Kabul a Mazar-e-Sharif. Para no tener problemas con los talibanes, se hace pasar por un chico y adopta el nombre de Kassem.
Al principio vive con una familia en una aldea. Sin embargo, decide seguir buscando a su madre y hermanos y huye atravesándolas tierras desérticas. En su camino recoge a un bebé, único superviviente del bombardeo de un pueblo, al que cuidará y llamará Hassan.
Algo después, en una cueva que encuentra para descansar, conoce a Asif, un muchacho malherido y abandonado. Los tres retoman el viaje de búsqueda al que tras muchas peripecias se unirá Leila, otra niña que ha quedado huérfana tras el bombardeo de su casa.
Juntos llegarán a un campo de refugiados donde intentarán sobrevivir en durísimas condiciones. Allí, tras la muerte de Leila en un desgraciado accidente, Parvana encontrará a su madre y a dos de sus hermanos. Todos juntos afrontarán un futuro incierto en un Afganistán hostil.