2023- 24

Novela nº 32 de la serie de Brunetti.

A ver, es que no sé por qué los sigo leyendo. Quizá porque Brunetti me cae bien y me da gusto encontrarlo de nuevo, pero estamos llegando a un nivel inaudito de chapuza. La trama avanza a trompicones, es leeenta, pero no porque sea un estilo reflexivo, sino porque Leon tiene que colocar un discurso tras otro sobre lo que piensa de esto, lo otro o lo de más allá, como si realmente tuviera interés, o como si la leyéramos por eso. Y antes, su portavoz era Brunetti, pero ahora habla por boca de casi todos los personajes: Viannello es Brunetti, los hijos de Brunetti son Brunetti, Griffoni es Brunetti y pronto hasta Patta será Brunetti (ya no falta mucho). Cuando un autor tiene un nivel semejante de incapacidad para tomar distancia más vale que lo deje, porque en una autora que empieza puede ser torpeza, que puede resolverse con el tiempo, pero a estas alturas, con 32 novelas en la serie, esto solo puede ir a peor.

Esta falta de rigor hace también que hable con una ligereza tremenda de temas que no entiende y que ve con sus ojos de americana, traspasándolos a la voz de unos cuantos italianos que a la fuerza lo tienen que ver de forma diferente. Nadie que haya vivido los atentados de Bolonia puede poner en duda que fueron obra de la extrema derecha y nadie de la inteligencia que se le supone a Brunetti puede despachar con tres juicios apresurados una tragedia tan compleja como los años de plomo. Esta mujer no se esfuerza ni lo más mínimo por salir de lugares comunes que no forman parte de la visión de un europeo. Eso, o algo peor.

En estas condiciones, la trama no tiene ningún sentido, y además sabes quién es el asesino en el minuto cero coma, que no suele importarme, pero esta vez sí me ha importado, porque pretende ser casi una novela de tesis.

En fin, no puedo decir que no vaya a leer el próximo, si lo hay, porque soy un animal de costumbres y Donna Leon me ha dado muy buenos momentos (la esperanza de volverme a encontrar con alguno seguro que tiene algo que ver), pero pienso que sería más digno dejar las cosas aquí.

No obstante, con ganas de tirarla por la ventana ocasionales, la he leído de principio a fin, así que para pasar el rato vale, si aparcas muchísimo el sentido crítico y no te importa la política.

En Cosecharás tempestades nos trae de vuelta al comisario Brunetti, en un caso en el que se verá enfrentado a su propio pasado. Todo comienza cuando se descubre el cuerpo de un inmigrante indocumentado en un canal de Venecia. Sin registros oficiales de su presencia en la ciudad, Brunetti debe recurrir a chismes y recuerdos de personas cercanas al fallecido para desentrañar el misterio. Así descubre que el hombre vivía en una propiedad donde encuentra libros relacionados con el budismo, los Tigres Tamiles y los terroristas políticos italianos de esa época. Esto le sumerge en sus recuerdos de juventud, reflexionando sobre los ideales perdidos y los errores del pasado.

Una historia intrigante que nos llevará por un viaje emocionante a través de la política, la historia y los giros inesperados que pueden conducir a revelaciones sorprendentes. ( )