Pulse en una miniatura para ir a Google Books.
Cargando... Claraboya (2011)por José Saramago
Ninguno Cargando...
InscrÃbete en LibraryThing para averiguar si este libro te gustará. Actualmente no hay Conversaciones sobre este libro. Se trata de una obra coral, donde se desarrollan varias historias paralelas de vecinos de escalera. Saramago ya muestra aquà su gran finura psicológica para captar los matices de sus personajes, lo que le lleva a no ser nunca demasiado duro ni demasiado benevolente con ellos. El ritmo es lento, pero no tanto como en otras obras posteriores. Desgraciadamente, en mi opinión, aquà todavÃa no ha sabido darle unidad a la obra. No es ya que las historias de los distintos grupos familiares no se toquen, salvo por el espacio que ocupan, sino que tampoco se les ve unidad profunda, no se aprecia qué nos quiere decir el autor con esto. Por otro lado, cada historia individualmente considerada avanza, como digo, a una velocidad razonable, pero el lector no alcanza a ver hacia qué destino, hasta que se le aparece claro que no hay destino final. Todo termina no de forma abrupta, sino simplemente termina sin más. Casi parecerÃa que al autor se le ha acabado el papel o la tinta, o se ha aburrido de escribir (lo que, a juzgar por sus peripecias editoriales, no debió ser asÃ). Uno cierra el libro y se queda perplejo, pensando "Bien, ¿y qué?". Pues eso, un libro que, si no fuese obra de Saramago, habrÃa pasado sin pena ni gloria. No es que sea impublicable (se editan auténticos bodrios por ahÃ), pero tampoco es una "obra maestra olvidada". Como hasta cierto punto es lógico, a la muerte de Saramago, su viuda se ha dedicado a publicar todo lo que el Nobel portugués habÃa dejado inédito. No siempre esta operación tiene sentido literario o artÃstico, sino más bien económico, con Saramago o con quien sea. Pero quizá en este caso sà sea justificable desde el punto de vista cultural. En definitiva, es una novela completa y terminada, la primera que escribió, que no fue publicada en su momento (hecho que, además, provocó en el autor una depresión) y que el escritor dejó claro que no querÃa dar a la luz hasta después de su muerte. Bien, pues vayamos con esta novela. Se trata de una obra coral, donde se desarrollan varias historias paralelas de vecinos de escalera. Saramago ya muestra aquà su gran finura psicológica para captar los matices de sus personajes, lo que le lleva a no ser nunca demasiado duro ni demasiado benevolente con ellos. El ritmo es lento, pero no tanto como en otras obras posteriores. Desgraciadamente, en mi opinión, aquà todavÃa no ha sabido darle unidad a la obra. No es ya que las historias de los distintos grupos familiares no se toquen, salvo por el espacio que ocupan, sino que tampoco se les ve unidad profunda, no se aprecia qué nos quiere decir el autor con esto. Por otro lado, cada historia individualmente considerada avanza, como digo, a una velocidad razonable, pero el lector no alcanza a ver hacia qué destino, hasta que se le aparece claro que no hay destino final. Todo termina no de forma abrupta, sino simplemente termina sin más. Casi parecerÃa que al autor se le ha acabado el papel o la tinta, o se ha aburrido de escribir (lo que, a juzgar por sus peripecias editoriales, no debió ser asÃ). Uno cierra el libro y se queda perplejo, pensando "Bien, ¿y qué?". Pues eso, un libro que, si no fuese obra de Saramago, habrÃa pasado sin pena ni gloria. No es que sea impublicable (se editan auténticos bodrios por ahÃ), pero tampoco es una "obra maestra olvidada". sin reseñas | añadir una reseña
Pertenece a las series editoriales
Amanece en Lisboa. En una mañana de mediados del siglo XX, la mirada del novelista se asoma a la ventana de un vecindario. Se anuncia un día no muy diferente de los demás: el zapatero Silvestre, que abre su taller; Adriana, que parte hacia el trabajo mientras en su casa tres mujeres inician otra jornada de costura; Justina, que tiene ante sí un largo día jalonado por las disputas con su brutal marido; la mantenida Lidia; y la española Carmen, sumida en nostalgias... Discretamente, la mirada del novelista va descendiendo y, de repente, deja de ser simple testigo para ver con los ojos de cada uno de los personajes. Capítulo a capítulo, salta de casa en casa, de personaje en personaje, abriéndonos un mundo gobernado por la necesidad, las grandes frustraciones, las pequeñas ilusiones, la nostalgia de tiempos que ni siquiera fueron mejores. Todo cubierto por el silencio tedioso de la dictadura, la música de Beethoven y una pregunta de Pessoa: "¿Deberemos ser todos casados, fútiles, tributables?". Saramago termino? de escribir Claraboya a los treinta y un años y entrego? el manuscrito a una editorial de la que solo obtuvo respuesta cuarenta años más tarde, cuando era un escritor consagrado. La escritura minuciosa y paciente retrata con maestría una época marcada por la desesperanza. Claraboya anticipa de un modo deslumbrante los elementos del universo Saramago, así? como las virtudes que serán el germen de tantas obras maestras. En el texto se oye la voz de Jose? Saramago, se reconocen sus personajes, se identifican la lucidez y la compasión que según la Academia Sueca distinguen su obra. "En todas las almas, como en todas las casas, además de fachada, hay un interior escondido." RAUL BRANDA. No se han encontrado descripciones de biblioteca. |
Debates activosNingunoCubiertas populares
Google Books — Cargando... GénerosSistema Decimal Melvil (DDC)869.3Literature Spanish and Portuguese Portuguese Portuguese fictionClasificación de la Biblioteca del CongresoValoraciónPromedio:
¿Eres tú?Conviértete en un Autor de LibraryThing. |
Discretamente, la mirada del novelista va descendiendo y, de repente, deja de ser simple testigo para ver con los ojos de cada uno de los personajes. CapÃtulo a capÃtulo, salta de casa en casa, de personaje en personaje, abriéndonos un mundo gobernado por la necesidad, las grandes frustraciones, las pequeñas ilusiones, la nostalgia de tiempos que ni siquiera fueron mejores. Todo cubierto por el silencio tedioso de la dictadura, la música de Beethoven y una pregunta de Pessoa: "Deberemos ser todos casados, fútiles, tributables?".