La cuarta entrega de la Saga de Dune narra las circunstancias de Leto II Atreides, Dios Emperador del Universo Conocido, hijo de Paul Muad'dib, convertido en un híbrido entre ser humano y gusano de arena. Han pasado 3.500 años de los hechos narrados en Hijos de Dune, el Dios Emperador Leto II domina todo el Imperio y distribuye la especia melange a su antojo.
Esta novela supone un cambio repecto a las tres primeras; Frank Herbert adopta una posición mucho más introspectiva y realiza disquisiciones, unas aceptables y otras notablemente vulgares, sobre el poder, la religión, la crueldad y el amor. La acción es la mínima para permitir avanzar la trama general de la saga. Exclusivamente para personas que conozcan la historia previa y tengan curiosidad por saber lo que ocurre posteriormente. El nivel es muy inferior al de las tres novelas anteriores. ( )