Cuando Tristan Wemyss regresa de la guerra, descubre que ha heredado el título de conde de Trentham y una gran fortuna, pero nunca creyó que este legado iría unido al deber de contraer matrimonio en un plazo inferior a un año. Él no es de los que se doblegan ante las damas casamenteras de la alta sociedad, y está decidido a ser quien elija a su futura mujer, que no es otra que miss Leonora Carling, su encantadora vecina.
Leonora es bella y apasionada; sin embargo, el matrimonio es el último de sus objetivos. Pero el experimentado conde no acepta su negativa, por eso, cuando un misterioso hombre entra en la casa de Leonora y la intimida, Tristan encuentra la excusa perfecta para ofrecerle sus servicios como su protector, confi dente y seductor marido...

Un libro que me impacto. ( )

Librería 6. Estante 6.

Librería 6. Estante 5.

ASÍ HABLÓ ZARATRUSTA

INTRODUCCIÓN

Nietzsche es uno de los pensadores del siglo xIX que, al
igual que Darwin o Marx, han marcado de forma indeleble
la cultura contemporánea. De ahí que en el pensamiento
actual se le tenga por un precursor, por una figura sin la
cual sería imposible explicarse algunas de las grandes
filosofías de nuestro tiempo.

Y, en cambio, en su época, la de la segunda mitad del
siglo pasado, Nietzsche fue un incomprendido. La clase de
os filósofos-profesores le rechazó casi siempre con gesto
malhumorado, y ello explica tanto el distanciamiento
nietzscheano de la tradición académica alemana, cuanto su
incesante búsqueda de interlocutores en el extranjero;
búsqueda, por cierto, siempre llevada a cabo desde una orgullosa
soledad que no se plegaba a ninguna fácil alabanza.

Una muestra de este aislamiento que padeció Nietzsche
a lo largo de su vida se encuentra en la dedicatoria de Asi
bló Zarathustra -«A todos y a ninguno»-, indicativa sin
duda del marginamiento a que había sido sometido y, a la
vez, de la necesidad de contar con un público que
reconociera el alto vuelo de su filosofía. Cierto es que el
Zarathustra armó un considerable escándalo en Alemania,
y que ellopermitió que el gran público conociera la existencia
de un filósofo alemán llamado Nietzsche, pero los ecos de la
polémica se apagaron pronto; baste indicar que la última parte
de este gran libro tuvo que ser costeada por su autor en
una modestísima edición de cuarenta ejemplares. (!)

El reconocimiento de Nietzsche se produjo en Europa
en los últimos años del siglo pasado, gracias, sobre todo,
a difusión promovida por intelectuales como el danés
Georg Brandes. Pero ya entonces el filósofo había perdido...