Esta novela dista mucho del thriller, la novela negra o la policial. Es un drama familiar sentimental con algo de misterio, una leve investigación policial y algunos procesos judiciales sin ser novela judicial.

La trama desarrollada a partir de una agresión sexual masculina, algo que la hace diferente, y las consecuencias que producen en la víctima y el entorno familiar, que es algo peculiar. A lo largo de la lectura iremos conociendo lo que realmente ocurrió, puesto que los personajes implicados ya los sabemos desde primera hora.

A lo largo de la historia, va cambiando el personaje donde se centra la historia, por supuesto siempre la víctima como trasfondo, por lo que podemos considerar varios protagonistas. Nick, Julia y Tony serían los principales, siendo Julia mi preferido, por su determinación y fuerza, para mí es el personaje principal.

Dividida en dos líneas de tiempo, una en 2019 y otra en 2015 que es donde se entra el 90 % de las páginas, época que se produjeron los hechos. Si bien es de lectura ágil, en mi opinión le sobra páginas de relleno.

Recomiendo no leer la sinopsis, así os encontraréis algo de suspense y no tendréis sospechas del final. Es simplemente entretenida desde mi punto de vista, una novela de "ni fu ni fa".

Hay que tener en cuenta y mucho como empieza esta reseña, con lo que "no" es esta novela, para evitar decepciones.

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