Es una obra capital para quien quiera conocer la barbarie de los campos de concentración soviéticos. Este (me refiero al publicado por Plaza & Janés en la colección "El arca de papel", número 50) sólo es el volumen 1 de los 3 que Solzenitsin publicó, a cual más grueso. Contiene dos partes:

-La industria carcelaria,
-Movimiento continuo. ( )

GULAG, corresponde en ruso, a las siglas de la Dirección General de Campos de Concentración. Formado por una extensa red de campos de internamiento, dónde fueron enviados millones de seres humanos: en la primera ríada se habla de 5 millones de personas, pasando en la última gran oleada a 50 millones, de los cuales, la mitad no volvieron...
Pero ¿porque existen tantos estudios sobre el genocidio del pueblo judío y esta sangría ha intentado ser silenciada por los propios rusos?

El libro es una denuncia del totalitarismo de las ideas, de la política represiva, de los campos de internamiento de siberia y del genocidio practicado desde la Revolución Bolchevique. No es un relato autobiográfico, es una obra coral, dónde se recogen los testimonios de los represaliados, con sus nombres y circunstancias reales. La atmósfera es asfixiante, pero también destila una fina ironía y busca la complicidad con el lector, para que se sienta un preso más en esta "cacería".
La dedicatoria ya es sobrecogedora: "A todos aquellos a los que no les alcanzó la vida para contar esto. Perdonadme, porque no lo vi todo, no lo recordé todo, no lo intuí todo".
Este libro sólo tiene dos partes. Hay un total de cinco. En la primera parte bajo el título de "Industria Carcelaria", se hace una recopilación de datos relativos a las diferentes oleadas de grandes arrestos: años 1929-30, 37-38 y 44-46. Pero ya desde el inicio de la Revolución, Lenin impone una dura política represiva contra todo el que se oponga al orden revolucionario. Las primeras riadas (1917) son contra los campesinos, los pequeños propietarios, intelectuales y al final, contra todos aquellos ciudadanos que no hayan militado desde siempre en el partido bolchevique. En los años 20 se inicia la "revolución eclesiástica", para erradicar la religión, se encarcela en masa a los creyentes ortodoxos (no por ser creyentes, había libertad religiosa, sino por manifestar en público sus creencias) y se incautan todas sus propiedades. Después se incluye a los ex-oficiales del ejército zarista, a los funcionarios, nobles, burgueses, hasta llegar a la intelectualidad técnica (se les acusa de sabotear la revolución del proletariado, por no cumplir los Planes Quinquenales, etc.), pasando por todas las etnias que intentaban la indepedencia, Yakutos, Kazajos, Ucranianos... y llegamos en los años 30, con las crivas de los antirrevolucionarios "trosquistas" dentro del partido dirigente...
¿Quién puede quedar fuera de todo este tramado "contrarrevolucionario"?. Nadie.
En 1937, se inicia el culto a la personalidad de Stalin y se inicia una oleada "depuradora" de la cúspide del partido comunista, de la administración y del ejército.
La última gran riada corresponde al final de la II Guerra Mudial, cuando bajo el título de "traidores de la patria", se encarceló a los integrantes de los ejércitos que retrocedían, a los que fueron prisioneros de guerra, a los ciudadanos rusos que sobrevivieron al ejército de ocupación alemán, a los que se refugiaron en Europa, a los nacionalistas que intentaron la independencia: chechenos, tártaros de Crimea...

La mayoría de los arrestados no saben de qué se les acusa y no oponen resistencia, para evitar males mayores..., y en la primera fase de instrucción del expediente, se enumeran hasta treinta formas diferentes de "tortura", para quebrantar la voluntad y la personalidad del arrestado. Así los que sobreviven, asumen y firman "cualquier tipo de condena", pensando que la cárcel será un mal menor en comparación con todo el sufrimiento por el que han pasado, pero ignorando que ahora, llegará la degradación máxima, cuando dejan de ser considerados seres humanos.

El libro se publicó en Paris, en 1973, aunque ya llevaba escrito varios años, pero un ejemplar mecanografiado cayó en manos de la Seguridad del Estado. Su autor no era fácil de silenciar, porque ya había recibido en 1970 el Nobel de Literatura.

Me entró curiosidad por este libro, a través de la lectura de "La Noche en que Frankestein leyó el Quijote" de Santiago Posteguillo, dónde se cuentan anécdotas y curiosidades de diferentes libros.
Lo encontré en la biblioteca de mis suegros en Sevilla, cuyo ejemplar compraron en una librería de viejo en Cádiz en en año 2002 y les costó 300 pts. ( )