Uno se siente muy identificado con este libro. Desde el argumento a los personajes, pero sobre todo la ambientación (conozco perfectamente todos los lugares que menciona, incluso los que no existen) y las situaciones vitales que describe. Por eso lo he leído en un par de sentadas. El problema es que quizá eso no me deja ser aproximadamente objetivo, aunque, en realidad, tampoco tengo por qué serlo. Quiero decir que no sé si de verdad el libro es bueno o si me lo parece porque da la casualidad de que me toca personalmente. Puedo decir en su contra que el ritmo del texto me ha parecido un poco monótono, como si todas las frases tuviesen los acentos puestos en el mismo sitio, como una letanía. A lo mejor el autor ha buscado este efecto a propósito, pero a mí me parece que le ha salido así. Yo hubiera preferido algo más de variedad formal, con, por ejemplo, diálogos, descripciones, frases más largas o más cortas, en fin, todos esos trucos de escritor que tanto ayudan. Pero, con todo eso, todavía varios días después de leerlo siento la necesidad de ir a ver a mi madre. Supongo que eso habla bien de este libro y de este autor. ( )

Juan ha conseguido independizarse lejos de su país cuando se ve obligado a regresar a su pequeño pueblo natal debido a la muerte de su padre. Su intención, tras el entierro, es retomar su vida en Edimburgo cuanto antes, pero su hermana le da una noticia que cambia sus planes para siempre. Así, sin proponérselo, se verá en el mismo lugar del que decidió escapar, al cuidado de una madre a la que apenas conoce y con la que siente que solo tiene una cosa en común: el viejo Renault 4 de la familia.
De todas las responsabilidades que asume el ser humano, la de tener hijos es, probablemente, la mayor y más decisiva. Darle a alguien la vida y hacer que esta prospere es algo que involucra al ser humano en su totalidad. En cambio, rara vez se habla de la responsabilidad de ser hijos. Llévame a casa trata de esa responsabilidad y de las consecuencias de asumirla», Jesús Carrasco.
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Juan ha conseguido independizarse lejos de su país cuando se ve obligado a regresar a su pequeño pueblo natal debido a la muerte de su padre. Su intención, tras el entierro, es retomar su vida en Edimburgo cuanto antes, pero su hermana le da una noticia que cambia sus planes para siempre. Así, sin proponérselo, se verá en el mismo lugar del que decidió escapar, al cuidado de una madre a la que apenas conoce y con la que siente que solo tiene una cosa en común: el viejo Renault 4 de la familia. «De todas las responsabilidades que asume el ser humano, la de tener hijos es, probablemente, la mayor y más decisiva. Darle a alguien la vida y hacer que esta prospere es algo que involucra al ser humano en su totalidad. En cambio, rara vez se habla de la responsabilidad de ser hijos. Llévame a casa trata de esa responsabilidad y de las consecuencias de asumirla», Jesús Carrasco. Esta es una novela familiar que refleja de forma brillante el conflicto de dos generaciones, la que luchó por salir adelante para transmitir un legado y la de sus hijos, que necesitan alejarse en busca de su propio lugar en el mundo. En esta emotiva historia de aprendizaje, Jesús Carrasco traza una vez más personajes formidables sometidos a decisiones fundamentales cuando la vida los pone contra las cuerdas.