Lord Peter Wimsey, el detective más distinguido de Inglaterra, se enfrenta en esta ocasión a un caso que parece a punto de cerrarse para siempre. Harriet Vane, escritora de novelas policíacas y experta en venenos, ha sido acusada de envenenar y asesinar a su amante. La policía y el juez están persuadidos de su clamorosa culpabilidad. ¿Podrá lord Peter salvar a esa mujer que empieza a ser para él mucho más que la protagonista de otro misterio?

Segunda novela protagonizada por Peter Winsey, un noble inglés de entreguerras que, no sé por qué, me recuerda a Batman, pero sin secretos. Eso sí, su inteligencia es superior a la de los demás (incluso a la policía profesional, como agudamente observa P.D. James en el prólogo), y lo dice sin el menor arrebol. Creo que a esta impresión contribuye su criado, perfecto criado inglés con habilidades insospechadas y lealtad a toda prueba. Pero no se me ha hecho antipático, si acaso un poco pagado de sí mismo, pero esto es disculpable en un personaje de su posición. Además, no sólo ayuda a la resolución de casos difíciles "gratis et amore", sino que incluso mantiene una especie de agencia de ayudantes de detective ("ayudantas", habría que decir, porque son todo mujeres) enmascarada bajo una agencia de mecanógrafas que, de paso ayuda así a mujeres en situación difícil, todo pagado con su, al parecer, inagotable dinero. Guapo, rico, buena persona, noble, educado y, para colmo, super-listo. No me extraña que sea un personaje de ficción.

En esta ocasión, Wimsey asiste a un juicio a una mujer acusada de asesinar a su ex-marido con arsénico. La víctima y la supuesta asesina escriben novelas policiacas, nuestro lord se enamora de ella y decide demostrar, pese a todos los indicios, que es inocente. Por supuesto, lo consigue. Lo que no está claro es si conseguirá también convencerla para que se case con él; supongo que eso será otra historia.

La historia sigue los parámetros más clásicos, con claras influencias de Agatha Christie y de Conan Doyle, pero con su propia personalidad: nada que nos distraiga de la acción principal (ni siquiera la historia de amor), muy pocos errores (aunque sí hay momentos de duda), mucho humor, algo de acción, y un impecable y definitivo discurso final. Muy bien llevado y muy agradable, sin sobresaltos. ( )