Un pavoroso incendio forestal amenaza de pronto a toda una ciudad...
Un hombre muere atrozmente asesinado en circunstancias más que extrañas...
Una pareja de adolescentes rapta a un niño y los tres desaparecen en un balandro que se interna en el mar...

La verdad es que se nota que sigue la escuela de Chandler: detective no demasiado duro (aunque en este caso nada chistoso) ni demasiado listo, un caso que empieza aparentemente fácil pero que se va complicando (empieza siendo sólo un seguimiento de un marido infiel que se lleva al hijo con él, pero acaba con tres asesinatos, uno de ellos de quince años atrás, un chantaje a gran escala y un pavoroso incendio), cierto grado de implicación personal (Archer, el protagonista, decide ayudar a la madre del chico "secuestrado" por su padre, en su día libre, y sólo por sentimentalismo), exquisito cumplimiento de las normas por parte del detective y de la policía (incluido aquí el Servicio Forestal que trata de averiguar las causas del incendio) y algunos detalles más. Pero también hereda su agilidad narrativa y su capacidad de sorpresa, de forma que la novela se lee bastante bien, y engancha en algunos momentos. Es una pena la lamentable traducción, aparentemente responsabilidad de una hispanoparlante que no sabe lo que son las academias de la lengua, y abusa de los anglicismos más espeluznantes, sobre todo en el primer tercio del texto. Creo que merece la pena seguir la pista a este autor, máxime cuando en la nota introductoria se nos dice cuáles son las tres novelas suyas más logradas: ésta y las tituladas "El otro lado del dólar" y "La bella durmiente". ( )