Sinopsis: Cosecha roja desarrolla la violenta historia de un detective privado que se propone limpiar de gángsters una pequeña ciudad minera. En ella se compendian ya los elementos característicos de la posterior novela negra norteamericana: el desarrollo de una compleja trama argumental en un contexto social contemplado con mirada crítica, la denuncia de la corrupción de la sociedad capitalista, la rigurosa objetividad descriptiva y los diálogos fluidos e incisivos.

"El dinero no es el problema. Son los principios”

Mi valoración ( )

A los dos tercios de la novela, el propio protagonista hace recuento: diecisiéis asesinatos en una semana, y los que quedan. Él mismo está detrás de la mayoría de esas muertes porque pretendía "limpiar la ciudad", pero está empezando a dudar de si esa forma de hacerlo es buena. El protagonista, cuyo nombre jamás se menciona, es el centro de toda la novela. Inaugurando la que será una de las lineas maestras de las futuras novelas norteamericanas de detectives, rara vez le vemos dudar o conocemos realmente lo que siente o piensa (salvo los párrafos a los que acabo de aludir), aunque todo se narra en primera persona y desde su punto de vista. Llamado a la ciudad de Personville ("Poisonville" por mejor nombre), su cliente muere antes de que pueda hablar con él. Este asesinato, el primero de la serie, es resuelto en un periquete, pero entonces el detective decide que va a poner orden en una ciudad corrupta hasta los cimientos y dominada por el miedo y el poder en la sombra (al final de la novela pide a otro personaje que llame al Alcalde "porque supongo que esta pobre ciudad tendrá un Alcalde"), pero nunca sabremos por qué lo hace, arriesgándose a perder su empleo e incluso su vida. La consecuencia de su decisión es una auténtica carnicería entre bandas rivales que desangrará la ciudad a la que pretendía salvar.

Otro tema es el lenguaje literario. Directo, sin concesiones, basado en la cruda narración y en los diálogos directos e incisivos. Los personajes y las acciones se describen por sí mismos. De nuevo, aquí está lo que luego será la larga tradición de la novela negra norteamericana. Por todo esto, a pesar de que Cernuda, en el prólogo afirma (y no le falta razón) que es mero entretenimiento, esta obra tiene su sitio en la literatura universal. ( )

Es sin duda el libro que he leido, que más se ajusta al género de novela negra. Hammett nos sorprende con un texto muy directo, incisivo, casi se pudiera decir que violento o brutal, pero sin que llegue a desagradable para el lector. Se trata sin duda, de una novela policiaca, que se desarrolla en los EEUU de la "ley seca". Un detective es contratado por un magnate que ha empezado a perder el control de su ciudad, pero resulta que este detective, una vez llega a ella, decide poner orden en la misma, aún por encima de los deseos de su patrocinador. Contrabandistas, matones, policias corruptos, mujeres de mala vida...y un detective que para poner freno a todo ello, se ve arrastrado a ese fango que precisamente intenta limpiar. Magníficas algunos de sus diálogos y descripciones. ( )

Cuando en una pequeña ciudad minera la mortandad se multiplica por diez y los propios coches de la policía sirven para cubrir las fugas de los gángsters, puede decirse que algo no funciona. Cosecha roja es la violenta historia de un detective privado que a las pocas horas de llegar a Personville se sumerge en un baño de sangre, fruto de las batallas entre bandas rivales. Las maniobras y procedimientos de que se sirve el agente de la Continental para restablecer el orden no difieren mucho de los que utilizan los enemigos de la ley. ( )

La primera novela de Hammett, publicada después de algunos relatos cortos, desarrolla la violenta historia de un detective privado que se propone limpiar de gángteres una pequeña ciudad minera. En ella se compendian ya los elementos característicos de la posterior novela negra norteamericana: el desarrollo de una compleja trama argumental en un contexto social contemplado con mirada crítica, la denuncia de la corrupción de la sociedad capitalista, la rigurosa objetividad descriptiva y los diálogos fluidos e incisivos.