Detrás de la fachada de una tienda del Soho que vende mercancía un tanto dudosa vive Verloc con su mujer Winnie, la madre de ella y Stevie, el hermano de ésta. Verloc es un anarquista indolente que camufla sus actividades políticas bajo el velo de una vida doméstica y familiar. De acuerdo con Vladimir, un siniestro diplomático, durante los últimos años Verloc ha hecho bien poco para merecerse ni la más mínima cantidad de dinero pagado por su embajada y ya va siendo hora de provocar a la clase media. Verloc acepta la misión de Vladimir y pone una bomba en el Observatorio de Greenwich. Pero, después de la explosión, Verloc se da cuenta de que ha destruido bastante más que la complacencia de la burguesía inglesa.

El agente secreto transcurre en Londres, a comienzos de siglo, en el mismo escenario brumoso que frecuentaba el doctos Jekyll y su aterrador alter ego, míster Hyde. No es menos tenebroso el anarquista Verloc, explotado por el siniestro diplomático Vladimir, enviado especial de un país oscuro y abstracto. Vladimir convence a Verloc para que cometa un atentado terrorista que vaya más allá de la muerte misma, que rezume "toda la insensatez de la blasfemia gratuita". A ellos se opone Heat, un tenaz inspector de la policía londinense, capaz de mantener la cabeza fría mientras los acontecimientos se precipitan, implacables, hacia un desenlace complejo, inesperado y brutal.