Su nombre es Kim Ji-young. Tiene 33 a�os y el nombre m�s com�n de Corea. Su historia ha incendiado Asia entera.

�Ni siquiera yo s� si me casar� o si tendr� hijos. O puede que me muera antes. �Por qu� tengo que renunciar a lo que quiero ser o hacer por un futuro que no s� si llegar� o no?�

Esta novela ha pasado de ser la breve historia de una joven coreana a convertirse en un terremoto que ha sacudido a las mujeres de medio mundo. Kim Ji-young (que lleva el nombre m�s com�n entre las mujeres coreanas nacidas en 1982) es aparentemente una mujer como cualquier otra, con una juventud sin pena ni gloria, siempre a la sombra. Todo se retuerce cuando, de repente, Kim empieza a hablar con las voces de su madre, de una amiga desaparecida, de otras muchas mujeres. Lo que parec�a una broma adquiere el tono de una respuesta, de una insurrecci�n y, para los dem�s, el tono de una enfermedad.

Este libro ha sido una embestida para el panorama literario de todos los pa�ses en los que se ha publicado. Bajo su aparente sencillez, hay una sensaci�n de peligro que palpita a lo largo de todas sus p�ginas y que ha abierto una grieta en los est�ndares de la literatura contempor�nea.

Rese�as:
�La publicaci�n de este libro no podr�a darse en un momento mejor: un referente v�lido en cualquier conversaci�n sobre feminismo o g�nero y un faro para antifeministas. [...] Kim Ji-young supone una especie de sacrificio: una protagonista destrozada que se ofrece para canalizar la rabia colectiva.�
Sarah Shin, The Guardian

�Cho Nam-joo, retrata en ella una vida normal (como la suya) para un p�blico que tal vez no ha podido leer tantas. Su aparente simplicidad merece una lectura.�
Berna Gonz�lez Harbour, El Pa�s

�Una novela importante porque nos baja de la nube y nos advierte de lo que pasa de verdad. [...] Un bofet�n en la cara. Solo para ver de qu� manera sigue sumando ejemplares -ya lleva m�s de un mill�n vendidos- ya vale la pena tenerlo en nuestra biblioteca. No se publican muchos libros as�.�
Andrea Rovira, El Nacional

�Deja la sensaci�n de que ha pasado una ola. El agua ha subido, poco a poco, se ha roto a nuestros pies con un peque�o estruendo, y luego se ha retirado dejando la arena h�meda y blanda, y nuestros pies un poco m�s hundidos en ella.�
Jos� Paz� Espinosa, El Imparcial

�Un testimonio generacional.�
Andr�s S�nchez Braun, La Vanguardia

�El �xito de Kim Ji-young se abre paso as� como una hermosa historia de la fea normalidad; de una discriminaci�n que no es violenta; de un dominio de baja intensidad que sin embargo lastra a la mujer frente al hombre.�
A vuelapluma

�Esta es la novela corta de una vida corta, de una vida com�n, con las dificultades de cualquiera. Pero no de cualquier persona, sino de cualquier mujer. Y esa es la clave. [...] Y todo parece tan brutalmente cotidiano que, si al comienzo sorprende esa sorpresa, lo que nos sorprender� luego es que no nos haya sorprendido todo esto mucho antes.�
Berna Gonz�lez Harbour, El Pa�s (Babelia)

�Esta novela ha ayudado a traer las preocupaciones de las mujeres a la primera l�nea del debate p�blico.�
The Korea Herald

�Es extra�o que se me llenaran los ojos de l�grimas, porque esta historia no me resulta para nada extra�a. Es mi historia y tambi�n la de innumerables mujeres de la misma generaci�n que crecimos bajo una discriminaci�n y violencia sutiles.�
Choe Jieun, <ize>

�Lo que m�s me impresion� es que, quiz� m�s que un libro del momento, en muchos sentidos me ha parecido un libro intemporal. Es la historia de una mujer...