Las Eddas son dos piezas literarias que constituyen, a fines prácticos, los testimonios más directos sobre la mitología nórdica que hayan llegado a nuestros días. Una es la Edda Menor (o Edda en Prosa), escrita por Snorri Sturluson; la otra, anónima, es la Edda Mayor (o Edda Poética). Sin duda una de las mitologías más interesantes, con una concepción del universo extremadamente desarrollada y elegante, si se me permite el epíteto. Los dioses y demás involucrados son extraordinarios, y de a ratos pareciera que inagotables; uno entiende que haya sido imposible para escritores como J. R. R. Tolkien resistir aplicar estas influencias a sus obras. Lo que resulta incomprensible es que ningún lector haya arrojado un ladrillazo a la pantalla del cine al ver al Thor y al Loki de Avengers. La civilidad ante todo, como se dice.

Uno de los aciertos de esta edición, por más que en el prólogo se implique lo contrario, es haber ubicado la Edda Menor al comienzo, ya que presenta un formato compacto y consistente; mientras que la Poética (mas extensa, así como también brutalmente alegórica) cuenta relatos puntuales, muchas veces sin relación aparente, y si el lector no contase con el marco previo que nos brinda Sturluson, podría resultar algo abrumadora.

Por otro lado, algo imperdonable a esta altura son los errores gramaticales y de espaciado que sufren algunas páginas de este libro. Una lástima, ya que estéticamente es una edición muy bien cuidada. ( )