"Imán" es la primera novela de Sender, y se nota. Cuenta las desventuras de un pobre diablo en la guerra de África, donde lo peor no es el enemigo sino la rigidez y la inhumanidad del propio ejército español. Demasiados tecnicismos militares, demasiadas batallas contadas como si fuese un informe castrense y un estilo seco y pesado.

Muy diferente es "Mr. Witt". El protagonista es un ingeniero inglés residente en Cartagena y casado con una cartagenera guapa, al que le pilla la revuelta del Cantón en 1873 y los acontecimientos que la preceden. El matrimonio simpatiza con los federalistas, pero ella se muestra mucho más activa que su marido, que prefiere mantener una benévola neutralidad. Poco a poco, conforme los acontecimientos se van precipitando, se revelan también las guerras internas de Mr. Witt con él mismo y, quizá, con su esposa, siempre desde el punto de vista de él. Así Sender va mostrando, por un lado, las pasiones humanas colectivas en los cantoneros, y las individuales en el protagonista. Sin maniqueismos en ninguno de los dos planos, pero sin ocultar lo que pasa cuando se hace una revolución ni lo que pasa cuando a uno le invaden los celos. Traiciones, malentendidos, sospechas, remordimientos, incertidumbres... todo un montón de tensiones que, como quien no quiere la cosa, se van metiendo también en el alma del lector. Porque Sender cuenta todo esto como si no contara nada, como si se limitase a hacer una crónica aséptica pero, después de cada capítulo, uno se queda pensando en lo que ha leido y no le deja indiferente. Una magnífica novela.

"Requiem" lo leí hace tiempo, y no voy a repetir ahora. ( )