Entretenida e interesante historia de un lider cosaco y sus dos hijos. A la par de esta historia familiar, el autor nos relata la vida de los cosacos en los años de influencia polaca en sus tierras. Un pueblo que vivia para la guerra, que vivia bajo la presión de los catolicos polacos y los musulmantes turcos, defendiendo su identidad y su religión (la ortodoxa) a costa de la vida. ( )

Una historia de cosacos. Lo de menos es el argumento: un viejo cosaco que, cuando sus dos hijos vuelven de formarse en la ciudad, convence a sus compañeros para atacar a sus enemigos polacos; uno de los hijos les traiciona por una mujer polaca, y el otro muere en la batalla, hasta que al final son todos vencidos por la mayor fuerza del enemigo, mucho mejor armado y organizado aunque, sin duda, mucho menos valiente y divertido. Lo importante aquí es la descripción, bastante idealizada, de los antiguos cosacos, gente fanática en lo religioso y sólo capaces para la guerra, o mejor, para los ataques desordenados, valientes hasta el heroismo, con su particular sentido del honor. Gogol evoca su vida en relativa paz, en su campamento base, un pueblo en el que corre por igual el alcohol, el dinero y las peleas, pero, sobre todo, su vida en guerra. Los cosacos, sin embargo, sucumbirán cuando tengan que asediar una ciudad y responder a la guerra moderna. La novela mantiene su emoción por las vibrantes descripciones de acontecimientos, lugares y, sobre todo, estados de ánimo. Sabemos que Gogol mentía como cualquier factor de novela histórica de siempre, pero no por ello la obra deja de tener su tensión. ( )