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Aislado en su propia casa de Wisconsin, Enoch Wallace es más que un hombre común y corriente: él es guardián de una estación de tránsito de planetas, gracias a lo cual ha entablado una serie de amistades con extraterrestres que le han dotado de gran cultura. Sin embargo, está allí desde hace cien años, a pesar de seguir aparentando treinta, lo cual despierta el interés de sus vecinos y de la CIA, que emprende una investigación. Poco a poco todo ello complica su tranquila vida y le genera un conflicto personal, ya que la Tierra se encuentra al borde de la guerra nuclear. A raíz de ésta y otras desventuras, Enoch deberá decidir si la humanidad es digna de ingresar en la comunidad galáctica.… (más)
Considerada un clásico de la ciencia ficción, esta novela nos aproxima casi con misticismo a un futuro de hermandad entre los seres humanos, reivindicando la igualdad y denunciando la absurda tendencia humana hacia la violencia y la guerra. Mediante una prosa de exquisita sencillez, Simak teje una trama de suma actualidad que aúna hondura psicológica, acción, filosofía y optimismo, para liberarnos de encorsetamientos y prejuicios mentales.
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The noise was ended now.
Citas
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Here lies one from a distant star, but the soil is not alien to him, for in death he belongs to the universe.
Somewhere, he thought, on the long backtrack of history, the human race had accepted an insanity for a principle and had persisted in it until today that insanity-turned-principle stood ready to wipe out, if not the race itself, at least all of those things, both material and immaterial, that had been fashioned as symbols of humanity through many hard-won centuries.
Could it be, he wondered, that the goldenness was the Hazers' life force and that they wore it like a cloak, as a sort of over-all disguise? Did they wear that life force on the outside of them while all other creatures wore it on the inside?
...the Earth was now on galactic charts, a way station for many different peoples traveling star to star. An inn...a stopping place, a galactic crossroads.
...on the other side of the room stood the intricate mass of machinery, reaching well up into the open second storey, that wafted passengers through the space from star to star.
On the fireplace mantel and strewn on shelf and table were articles and artifacts that had no earthly origin and some no earthly names - the steady accumulation through the years of the gifts from friendly travelers. Some of them were functional and others were to look at only...
...there was nothing that could touch it. Even should he be forced some day to remain within its walls, the station...would stand against all of mankind's watching, all of mankind's prying. They could not chip it and they could not gouge it and they could not break it down. For it could survive anything except a thermonuclear explosion - and maybe even that.
It would be hard to shut the door... never to feel the sun or wind again, to never know the smell of the changing seasons as they came across the Earth...He needed sun and soil and wind to remain a man. (p.98-9)
Últimas palabras
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Aislado en su propia casa de Wisconsin, Enoch Wallace es más que un hombre común y corriente: él es guardián de una estación de tránsito de planetas, gracias a lo cual ha entablado una serie de amistades con extraterrestres que le han dotado de gran cultura. Sin embargo, está allí desde hace cien años, a pesar de seguir aparentando treinta, lo cual despierta el interés de sus vecinos y de la CIA, que emprende una investigación. Poco a poco todo ello complica su tranquila vida y le genera un conflicto personal, ya que la Tierra se encuentra al borde de la guerra nuclear. A raíz de ésta y otras desventuras, Enoch deberá decidir si la humanidad es digna de ingresar en la comunidad galáctica.
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