Jack McEvoy es un periodista especializado en crímenes. Su hermano, policía de homicidios, aparentemente se ha suicidado. Cuando se decide a escribir sobre el asunto, descubre el rastro de El Poeta, un asesino en serie que ha dejado junto a sus ocho víctimas, todas ellas policías, falsas notas de suicidio con versos de Edgar Allan Poe.
Su descubrimiento hace que intervenga el FBI. Una de las agentes, Rachel Walling, desempeña un papel fundamental en la investigación, aunque finalmente el asesino consiga escapar.

El nombre de “El Poeta” se le da a un asesino en serie que mata policías investigadores y siempre deja unas líneas de algún poema de Edgar Alan Poe. Los asesinatos los hace parecer como si fuera suicidios.

Es un novela policiaca que revela en parte el tema de la pedofilia; comportamiento aberrante del ser humano e increíble de creer que haya mercado para fotos o videos donde están involucrados menores de edad.

Desde mi punto muy bien escrita; me resultó adictiva por toda la trama y en muy pocos días terminé de leerla. ( )

Jack McEvoy es un periodista acostumbrado a escribir sobre los sucesos más sórdidos del mundo del crimen. Dejará de ser un observador cuando empiece a sospechar que el aparente suicidio de su hermano, detective de homicidios, responde al patrón de un asesino en serie. En colaboración con el FBI, McEvoy seguirá el rastro de varios suicidios en los que la nota de despedida es una cita de Edgar Allan Poe. Pero la obsesión por lo que las investigaciones policial, forense y periodística descubren no remitirá hasta el final, porque lo que se desentraña es un mundo que va más allá de lo imaginable. "Eso cambió toda mi vida. Por entonces creía que sabía algo acerca de la muerte. Creía que sabía algo sobre el mal. Pero no sabía nada."