Esta historia nos muestra como en su primer día de colegio, los personajes principales de la historia: Amanda y Jeremías, terminan por tener un pequeño, aunque algo engorroso problema. Los dos quieren leer el mismo libro y al mismo tiempo por desgracia; o a ambos se les ocurre jugar con los mismos juegos de construcción y, de nuevo, al mismo tiempo. Por esta razón, los protagonistas de este relato pelean constantemente y este comportamiento amenaza la tranquilidad del resto de la clase, tanto como le de ellos mismos. Su profesora no se cansa de repetir que deben compartir todo, que es necesario aprender a compartir. Pero cuando Amanda y Jeremías deciden hacerle caso... ¡todos se llevan una gran sorpresa! Mucho humor y un final que hará reír al pequeño lector, tónica general de todos los cuentos.