Ok! Esto no es para nada lo que esperaba. Me encantó este libro!
Me encantaron los recursos usados por la autora (con ilustraciones de su esposo) para crear una historia distinta. La verdad es que cómo sería tu vida, si pasaras 17 sin salir de tu casa. Sin conocer el mundo, sin reconocer sabores, olores o texturas de la naturaleza.
Maddy es una chica encantadora, que aprovecha su tiempo para leer y aprender, conociendo sus limitantes. Sus únicas interacciones son con su madre y su enfermera, pero todo cambia cuando una nueva familia se muda a la casa de al lado.
Olly es un chico extrovertido y sin igual, y la química que tiene con Maddy es genial, sobre todo cuando (en un principio) ni si quiera pueden estar en la misma habitación.
Debo decir que uno queda enamorada en esta historia. Al principio crees que terminarás llorando, pero las sorpresas son de otro tipo al final del libro.
La recomiendo completamente. Una historia juvenil muy original. ( )

Madeline Whittier es alérgica al mundo exterior. Tan alérgica, de hecho, que no ha salido de su casa en 18 años. Aún así, su vida transcurre feliz y tranquila hasta que el chico de ojos azules como el Atlántico se muda a la casa de al lado. El flechazo surge por mensajería instantánea y va creciendo y complicándose a través de un sinfín de conversaciones, anhelos, viñetas, senaciones, ilustraciones, sueños... ¿Qué tendrá Olly que lo hace tan impredecible? ¿Y tan... especial? ¿Qué tendrá Olly para hacer que la realidad de Madeline se tambalee? Y es que resulta difícil volver a la rutina de siempre con todos los ruidos que llegan de fuera. De repente, Maddy es consciente del cotilleo de los pájaros y de los rayos de sol que se cuelan por sus contraventanas...