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Todo artista debe enfrentarse en algún momento con la esencia misma del mal. Al igual que Muriel Spark, la vida de Fleur Talbot, la heroína de esta novela, hace honor a sus aspiraciones literarias: de día trabaja redactando biografías secretas que se guardarán bajo llave hasta dentro de setenta años. De noche consuela a la esposa de su amante. Mientras, escribe su primera novela y todo le sale mal. No es fácil conseguir un empleo en Londres durante la posguerra. Pero Fleur Talbot obtiene un puesto en la Asociación Autobiográfica, al mando de sir Quentin Oliver, viejo snob que recluta a un grupo de excéntricos con ansias de escribir sus aburridísimas memorias, creyendo que de esa manera la existencia se volverá más interesante. Fleur encuentra allí inspiración para su libro mientras cumple con la tarea de pulir y embellecer las biografías. Los acontecimientos se invierten misteriosamente: la ficción toma el mando y la vida de los socios se empieza a parecer más y más a la de los personajes de la novela. ¿Tendrán el mismo final desafortunado que la autora eligió para sus personajes? Cuando la realidad ataca, Muriel Spark se defiende con armas literarias. Una vez más, sale airosa gracias a su genio y su valentía para escribir sin retroceder nunca ante las fuerzas del mal. Junto con Fleur, su alter ego, declara triunfante: "Qué maravilloso es ser una mujer y una artista en el siglo XX". [Descripción del editor].… (más)
A mitad de siglo, en el Londres de la postguerra, Fleur, una joven autora inédita, se entrega apasionadamente a la redacción de su primera novela. Pero son tiempos difíciles, el racionamiento sigue en vigor, y ha de ganarse la vida. Por eso, empieza a trabajar, en calidad de secretaria, para la Sociedad Autobiográfica, un extraño grupo de neuróticos guiados por el carismático y no menos extraño sir Quentin. Pero, gradualmente, el misterio se adueña de la vida de Fleur. Los hechos reales se asemejan sospechosamente a los sucesos descritos en su novela inacabada: sir Quentin y sus lunáticos seguidores parecen imitar a los personajes que ella ha creado en la intimidad de su cuarto. Hasta que, cuando el manuscrito de la novela desaparece, realidad y ficción se confunden definitivamente, y entonces...
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One day in the middle of the twentieth century I sat in an old graveyard which had not yet been demolished, in the Kensington area of London, when a young policeman stepped off the path and came over to me.
Citas
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The memoirs written by the members of the Autobiographical Association ... had a number of factors in common. One of them was nostalgia, another was paranoia, a third was a transparent craving on the part of the authors to appear likeable. I think they probably lived out their lives on the principle that what they were, and did, and wanted, should above all look pretty.
`My dear Father;, said Sir Quentin, `we need not be too literal. There is such a thing as the economy of art.'
Últimas palabras
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And so, having entered the fullness of my years, from there by the grace of God I go on my way rejoicing.
Todo artista debe enfrentarse en algún momento con la esencia misma del mal. Al igual que Muriel Spark, la vida de Fleur Talbot, la heroína de esta novela, hace honor a sus aspiraciones literarias: de día trabaja redactando biografías secretas que se guardarán bajo llave hasta dentro de setenta años. De noche consuela a la esposa de su amante. Mientras, escribe su primera novela y todo le sale mal. No es fácil conseguir un empleo en Londres durante la posguerra. Pero Fleur Talbot obtiene un puesto en la Asociación Autobiográfica, al mando de sir Quentin Oliver, viejo snob que recluta a un grupo de excéntricos con ansias de escribir sus aburridísimas memorias, creyendo que de esa manera la existencia se volverá más interesante. Fleur encuentra allí inspiración para su libro mientras cumple con la tarea de pulir y embellecer las biografías. Los acontecimientos se invierten misteriosamente: la ficción toma el mando y la vida de los socios se empieza a parecer más y más a la de los personajes de la novela. ¿Tendrán el mismo final desafortunado que la autora eligió para sus personajes? Cuando la realidad ataca, Muriel Spark se defiende con armas literarias. Una vez más, sale airosa gracias a su genio y su valentía para escribir sin retroceder nunca ante las fuerzas del mal. Junto con Fleur, su alter ego, declara triunfante: "Qué maravilloso es ser una mujer y una artista en el siglo XX". [Descripción del editor].
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