La premisa del libro es muy buena: los muchos errores matemáticos (inocentes o no) que se leen en las noticias de cualquier periódico, desde los titulares nacionales e internacionales hasta las secciones de ocio y sociedad.

Al contrario de lo que puede sugerir el título, esto no es un curso de matemáticas ni un libro pensado para el especialista con un posgrado. Es para ese lector o lectora común y corriente que abre las hojas para informarse del mundo en el que vive. Es para detectar cómo los números no son siempre lo que parecen y que un reportero descuidado (o malintencionado) puede faltar al deber de informar la verdad a su público.

Recomiendo ampliamente este libro, incluso a 20 años de su publicación, porque ahora más que nunca necesitamos ser buenos consumidores de datos y noticias, necesitamos saber analizar no sólo el contenido de una nota sino cómo fue creada. La alfabetización matemática es una habilidad cada vez más necesaria en un mundo con cada vez más acceso a datos, y no tenerla crea una brecha casi tan importante como la brecha económica. Este libro ayuda un poco a entrenar esa habilidad.

Lo único malo de esta edición es que la traducción deja algo que desear; intenta copiar frase por frase al original y en ocasiones hace que el texto sea poco claro, un pecado capital para textos de divulgación científica ( )