Pulse en una miniatura para ir a Google Books.
Cargando... La importancia de vivir (1937)por Lin Yutang
Cargando...
Inscríbete en LibraryThing para averiguar si este libro te gustará. Actualmente no hay Conversaciones sobre este libro. sin reseñas | añadir una reseña
DistincionesListas de sobresalientes
La importancia de vivir es sobre todo un extraordinario manual de sabiduría concreta y práctica. No se han encontrado descripciones de biblioteca. |
Debates activosNingunoCubiertas populares
Google Books — Cargando... GénerosSistema Decimal Melvil (DDC)128Philosophy and Psychology Philosophy Of Humanity The Human ConditionClasificación de la Biblioteca del CongresoValoraciónPromedio:
¿Eres tú?Conviértete en un Autor de LibraryThing. |
PREFACIO
Este es un testimonio personal, un testimonio de mi propia experiencia
de pensar y de vivir. No lleva la intención de ser objetivo ni tiene pretensión de
establecer verdades eternas. En verdad, desprecio casi las pretensiones de
objetividad en filosofia; lo que vale es el punto de vista. Me hubiera gustado
llamarlo «Una filosofia lírica», empleando la palabra «lírica» en el sentido de
perspectiva sumamente personal e individual. Pero sería ése un nombre
demasiado hermoso y debo renunciar a él, por temor a apuntar demasiado alto y
levar al lector a esperar demasiado, y porque el principal ingrediente de mi
pensamiento es la prosa llana, un nivel más fácil de mantener porque es más
natural. Muy contento estoy de no sobresalir, de aferrarme al suelo, de ser se
mejante a la tierra. Mi alma serpentea cómodamente en la tierra y la arena, y
es feliz. A veces, cuando se embriaga uno con esta tierra, el espíritu parece tan
ligero que cree que es el cielo. Pero en la realidad pocas veces se alza dos
metros sobre el suelo.
También me habría gustado escribir el libro entero en forma de diálogo
como los de Platón. Es una forma muy conveniente para las revelaciones
personales, inadvertidas, para apuntar las significativas trivialidades de nuestra
vida diaria, y sobre todo para un ocioso ambular por los prados del pensamiento
dulce, silencioso. Pero no lo he hecho. No sé por qué. Por el temor
acaso, de que por estar tan poco de moda hoy esta clase de literatura, nadie la
leería probablemente, y a fin de cuentas un escritor quiere ser leído. Y cuando
hablo de diálogo, no quiero decir preguntas y respuestas como en las entrevistas
periodísticas, ni esos copetes tajeados en breves párrafos; quiero decir
discursos realmente buenos, largos, sosegados, que a veces se extienden por
varias páginas, con muchos desvíos y retornos al punto original en discusión por
un atajo en el lugar más inesperado, como un hombre que vuelve a su casa
trepando sobre un seto, con gran sorpresa para su compañero de caminata. jOh,
cómo me encanta volver a casa trepando sobre el seto del fondo, y viajar por
sendas laterales! Al menos, mi compañero admitirá que estoy familiarizado
con el camino a casa y con la campiña que me rodea... Pero no me atrevo.
No soy original. Las ideas manifestadas aquí han sido pensadas y expresa...