Fecha de publicación: 1947
Editorial Argonauta
171 páginas
Traducción directa del alemán por Ricardo Brumantel

No considero que sea el mejor relato de Hesse, pero si muy recomendable. Puede que por sacarle alguna critica es que realmente hasta el acto final no se recoge toda la carga filosófica que quiere transmitir. ( )

La misma relata la vida de un hombre hindú llamado Siddhartha. La obra ha sido considerada por el autor como un «poema hindú» y también, como la expresión esencial de su forma de vida. Muy leída en Oriente como tal, y menos en el mundo occidental.

La novela presenta un registro muy original en el que se unifican elementos líricos y épicos, incluyendo narración y meditación, elevación de la más alta espiritualidad, y, al mismo tiempo, descarnada sensualidad.

Siddhartha es un chico acomodado (hijo de brahmán) pero inquieto. Un buen día pasan por su pueblo un grupo de ascetas errantes y se marcha con ellos junto con un amigo, para deseperación de su padre. Pero los ascetas tampoco le convencen. Ni siquiera el mismísimo Buda en persona le llega a llenar del todo (sí a su amigo, que se hace budista). Conoce a una rica cortesana y se hace su amante durante bastantes años, llevando una vida de lujo. Bien, pero tampoco, y de nuevo renuncia a los placeres de este mundo para vivir sus últimos años con un viejo pescador que solo cree en el río. Por entonces resulta que tenía un hijo de la cortesana, y el chaval se queda con él, pero le sale un poco pijo y el padre no sabe qué hacer. En fin, que Siddhartha se pasa la vida buscando no sabe qué, siempre parece que está cerca de encontrarlo, pero nunca llega del todo. Como mucho, llegamos a reconocer que como se quiere a un hijo no se quiere a nada ni a nadie. Pero de ahí no pasamos.

El libro es francamente muy bonito. Invita a leerlo despacio, con calma, como parece que lo hace todo el protagonista. Hesse se las apaña para expresar lo que quiere decir en pocas palabras, con sencillez pero haciendo que respires. Imagino que el traductor también tiene aquí su mérito. Sí, creo que "calma" es la palabra que mejor define este libro. Por supuesto, es un panegirico del hinduismo y se comprende que tuviera tanta influencia en todos los diversos movimientos occidentales que han mirado hacia la India buscando la solución a sus problemas. Sin encontrarla, como le pasa a Siddhartha.

Por cierto, que me ha gustado el modo en que Hesse presenta todas las controversias. Cada vez que el protgonista se da cuenta de que lo que tiene delante no es lo suyo, lo rechaza con suavidad pero con firmeza, empleando el silencio y la quietud. Para conseguir el permiso de su padre, se tira la noche entera de pie, inmóvil y silencioso, al raso. El padre, naturalmente, no puede dormir y siempre lo ve ahí, quieto y callado, esperando. Por supuesto, por la mañana el padre tiene que claudicar, como lo haríamos cualquiera. ( )

Herman Hesse, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1946, escribió esta novela que explora la vida de Siddhartha, el buda, como solo él sabía hacerlo. Poniendo el foco en la filosofía, y con una pluma diestra que consigue que lea hasta aquellas personas que no se consideran afines a la lectura.