Michael Franzese

Por lo visto, el tal Franzese era un pez gordo de la Mafia de Nueva York. Según él mismo cuenta, un buen día se enamoró de una mexicana católica que le convenció para que dejara la organización, y lo consiguió, dice él, con ayuda de una providencial Biblia que le dieron en la cárcel. Lo que no explica es cómo consiguió dejar la Mafia y sobrevivir; para eso, afirma, tiene uno que comprarse su otro libro. El tipo me cae simpático, la verdad, y parece sincero. Claro que la mayor parte de los que se ganan la vida diciéndoles a los demás lo que tienen que hacer (ahora se llaman "coachs", creo) tienen que ser simpáticos y creíbles. Y, como buen comercial, consigue llenar centena y media de páginas con sólo un par de ideas, que se resumen en utilizar los consejos de Maquiavelo y del Libro de los Proverbios. Nada original, pues. Lo adoba con tres o cuatro anécdotas mafiosas, que es lo que todo el mundo espera leer, y sale un texto entretenido y fácil, pero con poca sustancia. De estilo no hablamos, claro.… (más)