Chandler encontró el esquema bueno: Marlowe actúa por sentimentalismo y evidencia su desorientación (aunque al final resuelve los misterios). Aquí juegan un papel más turbio los policías, pero más que corruptos son brutos. Como de costumbre, la trama a veces se hace bastante oscura, y eso que se supone que todo pasa en dos o tres días. Aquí, una jovencita le contrata (aunque no tiene casi dinero) para encontrar a su hermano que ha venido a la ciudad y se ha perdido. Pronto se descubre que el hermano había fotografiado a otra hermana, ahora estrella de cine, con un gangster al que se acusa de un asesinato por ajuste de cuentas, y pretendió chantajearle... A partir de aquí he contado hasta cinco asesinatos y gente que, en las páginas finales, acaba dando asco. Estos son los matices que diferencian esta novela de otras del autor: los polis brutos y un tanto metomentodo, y algunos personajes particularmente repugnantes (y no siempre los delincuentes). Entretenida, porque Marlowe recupera su sentido del humor, pero por debajo de las grandes. ( )