Existe una plétora de bibliografía sobre el tema fascismo como estado, pero frecuentemente se omite el fascismo como movimiento. O los fascismos, como bien se argumenta en este libro, ya que en cada país donde surgió una idea de este tipo, lo hizo con características propias y bien definidas.
La principal virtud de esta obra es que los autores no dedican páginas y páginas a elevar a juicio una ideología que, debido a lo controversial de su naturaleza, cuenta con universal reprobación desde 1945. Al contrario, solo se dedican a documentar, mediante escritos de la época, la germinación, desarrollo y eventual disolución o llegada al poder (de acuerdo a cada caso) de cada una de estas versiones del fascismo.
Si hay un pecado que se le puede reprochar, es la brevedad: algunos de los ejemplos menos conocidos, como los escandinavos o el húngaro, cuentan apenas con una o dos páginas, a modo anecdótico.
Más allá de eso, me ha parecido una lectura muy interesante, recomendada para quienes deseen estudiar el tema; ya que es uno de los pocos libros que he visto al respecto con un punto de vista realmente neutral y objetivo, sin condenar ni condonar. ( )