Ed Kennedy es un chico cualquiera en un suburbio cualquiera de una gran ciudad. Vive en un apartamento maltrecho en compañía de su perro y se gana el sueldo como taxista. Le acompaña una pandilla de amigos que poco o nada le piden a la vida, pero de repente algo pasa y Ed tendrá una misión que cumplir.
Día tras día, noche tras noche, el joven irá descubriendo que el afecto, la amistad y el amor no son palabras huecas sino verbos vivos: si quieres saber, pregunta; si pretendes ayudar, actúa; si quieres cambiar, no esperes. A menudo, son los pequeños gestos los que mueven el mundo y Markus Zusak nos demuestra que cada uno de nosotros, incluso un chico cualquiera en un suburbio cualquiera, puede dar el primer paso.

Cuando mi hija de 16 años me recomendó que leyera esta novela, no pensé que fuera a tener una conexión tan llamativa con Niebla, una de las últimas obras que acababa de terminar. "I am the messenger" me ha parecido original, muy bien trabada, con personajes bien perfilados y con un estilo sumamente eficaz, aunque soy consciente de que la generación de énfasis a través de la acumulación de frases breves y sueltas puede resultar irritante para algún lector. Es, además, emocionante (por momentos, muy emocionante), aunque me temo que, si uno se aleja un poco (o quizá si el lector ya dejó hace tiempo de ser un "young adult" -a quien parece ir dirigida expresamente la obra-), su optimismo resulta excesivamente ingenuo. Tengo la impresión, no obstante, de que, de haberla leído con 16 años, me habría marcado. En todo caso, muy disfrutable a cualquier edad. ( )

Un libro muy sencillo y rápido de leer con una historia entretenida.
"Mi nombre completo es Ed Kennedy. Tengo 19 años...Soy uno más de los muchos jóvenes que se ven en este pueblo próximo a la ciudad, sin demasiadas perspectivas ni demasiadas posibilidades"
"A los 19 años BobDylan era un experimentado cantante en el Greenwich Village, Nueva York.
Salvador Dalí ya había creado extraordinarias obras de pintura... Juan de Arco era a los diecinueve la mujer más buscada del mundo por haber provocado una revolución" ( )

Localización: 82-3 ZUS car / R. 10.625

Cuando el primer libro que lees de un autor te sorprende y encandila, es muy, pero que muy difícil, que te vuelva a ocurrir con otra de sus novelas. Por eso, tras leer hace un tiempo la ladrona de libros, abrí esta novela de Zusak de manera cautelosa… y tanto el ritmo como el argumento han lograron sorprenderme ya en la primeras páginas.



Con una curiosa manera de redactar, perlada de frases para el recuerdo, la historia de Ed Kennedy sencillamente me ha enganchado. Un chaval corriente, que tras un acto tal vez heroico pero seguro irreflexivo, se ve envuelto en un misterio que le llevará a involucrarse con el mundo, a mejorar la vida de sus vecinos, a veces con detalles tan aparentemente nimios como un helado (y es como dice la contraportada de la novela: a menudo son los pequeños gestos los que mueven el mundo).
Durante el proceso se descubrirá a sí mismo y aprenderá –nunca mejor dicho- cómo está en nuestra mano jugar de la mejor manera posible con las cartas que el destino nos reparte.


Ahora que he girado la última página y cerrado el libro, mientras empiezo a añorar a Ed Kennedy, disfruto de la sensación de que todos podemos cambiar y mejorar lo que nos rodea.