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Cargando... Erinnerungen an Sokrates (edición 2003)por Xenophon (Autor)
Información de la obraRecuerdos de Sócrates por Xenophon
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Pertenece a las series editorialesReclams Universal-Bibliothek (1855) Contenido en
Biography & Autobiography.
History.
Philosophy.
Nonfiction.
HTML: Ancient Greek historian and soldier Xenophon was a friend, admirer, and avid follower of the philosopher Socrates, perhaps the single most influential thinker of the period. As the two spent a great deal of time together, often deep in dialogue, Xenophon became one of the chief chroniclers of Socrates' philosophical views. This volume collects a number of Socrates' opinions on a variety of topics, as well as Xenophon's explanations and analysis. .No se han encontrado descripciones de biblioteca. |
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Google Books — Cargando... GénerosSistema Decimal Melvil (DDC)183.2Philosophy and Psychology Ancient, medieval and eastern philosophy Sophistic and Socratic SocratesClasificación de la Biblioteca del CongresoValoraciónPromedio:
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Junto a Apología de Sócrates, Económico y Banquete, pertenece a los llamados escritos socráticos, compuestos durante la estancia de Jenofonte en su hacienda de Escilunte. También llamados Memorables, están formados por una serie de relatos tomados de la literatura socrática hoy perdida; Jenofonte
tómo notas de las declaraciones de amigos suyos en su juventud y probablemente consultó a otros. Es un libro mal compuesto, de estilo descuidado, poco terminado, que contrasta con otras obras del autor. Esto puede deberse a que algún amigo reuniera tras la muerte de Jenofonte todos estos escritos y los publicara juntos.
No sigue un plan orgánico, aunque el propio autor advierte: «Me propongo mostrar cómo ayudaba Sócrates a sus compañeros con sus palabras y sus hechos, y para ello voy a poner por escrito cuanto pueda recordar». En este sentido, por su sencillez y mentalidad práctica, constituye una presentación de Sócrates más precisa que la encontrada en los diálogos platónicos: es claro y sincero, natural pero poco imaginativo, con humor ocasional pero nunca genial.
La obra se compone de cuatro «libros» de muy diversa índole. Los dos primeros capítulos del libro I y el libro IV muestran cierta unidad, pero entre I.2 y IV encontramos una masa de relatos
Éste es el resumen:
I.1-I.2: la primera defensa de Sócrates tras el discurso de acusación de Polícrates, en 394 aC. Forman el germen de la Apología.
I.3-II.1: se estudian la piedad y la autodisciplina, siempre situando a Sócrates como un ejemplo a seguir.
II.2-II.10: se discuten la gratitud y deberes con parientes y amigos. Interesante sobre todo son la deferencia hacia la maternidad y las nociones sobre la buena amistad.
El libro III nos muestra a Sócrates conversando con distintos individuos sobre sus específicas ocupaciones o profesiones. Los siete primeros capítulos están unidos por el tema común del servicio militar al Estado, pero en el capítulo ocho se pasa bruscamente al relato de un encuentro dialéctico entre Sócrates y Aristipo de Cirene en el que discuten sobre belleza y utilidad, finalizando con un discurso de Sócrates con el mismo tema. Siguen una serie de definiciones y conversaciones sobre distintos tópicos, así como los aforismos que completan los dos últimos capítulos, tratados a la manera cínica. Estas definiciones no son ajenas a Sócrates, aunque Jenofonte también pudo inspirarse en las obras de Antístenes, alumno de Sócrates y fundador de la escuela cínica, cuyas opiniones coinciden con lo que aquí se dice.
El libro IV, con introducción y conclusión propias, pudo tal vez publicarse aparte como un tratado de educación. Salvo el capítulo cuatro, que es una interrupción sorprendente a una serie de diálogos, vemos cómo Sócrates enseña por distintos procedimientos una serie muy diversa de elevados conocimientos. Se trata de una obra independiente, pues no alude a tópicos existentes en las partes anteriores de la colección. El estilo es muy distinto al de las partes precedentes, ya que es más completo y elaborado. El primer objetivo es hacer al hombre prudente; es decir, disciplinar el carácter. El capítulo cuatro trata de la justicia, insistiendo en la obediencia a las leyes. El cinco nos lleva a la eficacia en el discurso y en la acción, cuyo secreto es el dominio de sí mismo. Tras introducir opiniones diversas en el seis, el capítulo siete se refiere a las matemáticas, la astronomía y los puntos de vista de Sócrates sobre las mismas. Se trata de un sistema educativo completamente contrario al que preconiza el Sócrates platónico para los «guardianes» en la República.
Sobre el autor
Nació en las cercanías de Atenas, en la región de Ática, durante la segunda mitad del siglo V a. C., en el seno de una familia acomodada. Su infancia y juventud transcurrieron durante la Guerra del Peloponeso (431-404 a. C.), en la que participó formando parte de las fuerzas ecuestres
Recorrido de Jenofonte y la Expedición de los Diez Mil.
Fue discípulo de Sócrates y escribió diálogos inspirados en su persona. Durante el gobierno de los Treinta Tiranos, Jenofonte se unió a una expedición de mercenarios griegos a Persia conocida como la Expedición de los Diez Mil, contratados por el príncipe persa Ciro el Joven (con quien trabó amistad), que se enfrentaba a su hermano mayor Artajerjes II, el rey de Persia. A la muerte de Ciro en la batalla de Cunaxa, la expedición quedó abandonada a su suerte, sin recursos y en el medio del imperio persa, por lo que se tuvo que abrir paso a través de 1500 km de territorio hostil hasta conseguir volver a Grecia.
El relato de Jenofonte sobre esta expedición lleva por nombre Anábasis y es su obra más conocida. Alejandro Magno consultó durante su invasión al Imperio aqueménida este excelente escrito, que le ayudó incluso a tomar serias decisiones en el ataque y asedio a diferentes ciudades y fortificaciones.
Tras regresar a Grecia, Jenofonte entra al servicio del rey espartano Agesilao II, que comandaba un cuerpo expedicionario griego para proteger las ciudades griegas de Asia Menor de los persas (396 a. C.).
Sin embargo, la alianza griega pronto se rompió y en 394 a. C. tuvo lugar la batalla de Coronea, en la que Esparta se enfrentó a una coalición de ciudades griegas de la que formaba parte Atenas. Jenofonte tomó parte en la batalla, al servicio de Agesilao, por lo que fue desterrado de su patria. En cualquier caso, los espartanos le distinguieron primero con la proxenía (honores concedidos a un huésped extranjero) y más tarde con una finca en territorio eleo, en Escilunte, cerca de Olimpia, en la que comenzó a escribir parte de su prolífica obra. Aquí se le unieron su esposa, Filesia, y sus hijos, los cuales fueron educados en Esparta.
En 371 a. C. se libró la batalla de Leuctra, tras la cual los eleos recuperaron los territorios que les habían sido arrebatados previamente por Esparta, y Jenofonte tuvo que trasladarse a Corinto. Al tiempo, el poder emergente de Tebas originó una nueva alianza espartano-ateniense contra Tebas, por lo que le fue levantada la prohibición de volver a su patria. Sin embargo, no hay evidencia de que Jenofonte retornara a Atenas.
Jenofonte es considerado por algunos autores, entre ellos Jacob Burckhardt, como partidario de la idea del panhelenismo, ya que, a pesar de su simpatía por Esparta en detrimento de Atenas, apoyó la idea de unir políticamente todas las polis griegas.