Compré y leí esta novela porque el locutor y crítico de cine Carlos Pumares acostumbraba a señalar en su programa "Polvo de estrellas" que George Lucas había plagiado su argumento para la trilogía original de "Star Wars". Algo que todavía repite en su blog (http://blogs.hoycinema.com/pumares/post/2006/06/22/george-lucas-estafa-intolerable) y en el libro de entrevistas "Carlos Pumares: Un grito en la noche" de Iván Reguera y Juan José Aparicio (Ed. Club Universitario, 2007, pág. 41).

Veinte años después de leer la novela no recuerdo que la prometida afinidad con la saga galáctica me llamará especialmente la atención. Más bien al contrario: fue toda una decepción. No se puede considerar un enemigo digno a un ejército de medusas o babosas (o lo que fuera) cuando se tiene en mente a las aguerridas tropas de asalto lideradas por Darth Vader.

Los elementos del universo de Lucas que se presumen tomados de obras anteriores son tantos como las estrellas de la galaxia o los granos de arena del desierto de Tattooine (planeta que Frank Herbert consideró alguna vez como un plagio de su Arrakis). Así que prefiero quedarme con los reconocidos por el propio director: la saga de Flash Gordon del gran Alex Raymond y la película "La fortaleza escondida" de Akira Kurosawa. Ambos me dejaron mejor sabor de boca que "La legión del espacio" que, como novela, me pareció bastante floja.

Algún día tendré que probar a leer las obras de Leigh Brackett. Sus guiones para los western de Howard Hawks y "El imperio contraataca" prometen. ( )