PortadaGruposCharlasMásPanorama actual
Buscar en el sitio
Este sitio utiliza cookies para ofrecer nuestros servicios, mejorar el rendimiento, análisis y (si no estás registrado) publicidad. Al usar LibraryThing reconoces que has leído y comprendido nuestros términos de servicio y política de privacidad. El uso del sitio y de los servicios está sujeto a estas políticas y términos.

Resultados de Google Books

Pulse en una miniatura para ir a Google Books.

Cargando...

Desdeño ese amor... (1951)

por Corín Tellado

MiembrosReseñasPopularidadValoración promediaConversaciones
1Ninguno7,785,010 (3)Ninguno
Fiction. Romance. Desdeño ese amor: "— ¡Es inaudito, inconcebible! ¿Qué representa aquí mi autoridad? Juro por Dios que antes te deseo ver muerta que unida a ese vividor llamado Juan Torres... ¡Maldita sea mi estampa! No lo consentiré, ¿me oyes? ¡No lo consentiré! Y don Ernesto Aller sacudió la encanecida cabeza, al tiempo de dar un formidable puñetazo en la mesa. Su nieta Ana pareció crecer ante la ira del viejo, pero, sin embargo, no osó pronunciar palabra. —Es extraordinario que después de haber repetido en todos los tonos mi parecer sobre ese mentecato de Juan Torres, aún te atrevas a llegar con él hasta la puerta. No consentiré más burlas —gritó con su voz potente, tan bronca que Enrique encogióse imperceptiblemente de hombros, como si fuera a recaer sobre él toda la ira del enfurecido abuelo—. Esto se acabó, ¿lo oyes? ¡Se acabó! No vuelvas a salir de casa mientras no me prometas bajo palabra de honor rechazar rotundamente a ese hombre. ¿Enterada? No faltaba más —añadió roncamente, mientras con gesto de furia llevaba el tenedor a la boca— que, después de estar criándote como si fueras una reina, viniera un holgazán por ahí a comerse todo lo que yo he conservado.".… (más)
Añadido recientemente porSocorrin
Ninguno
Cargando...

Inscríbete en LibraryThing para averiguar si este libro te gustará.

Actualmente no hay Conversaciones sobre este libro.

Ninguna reseña
sin reseñas | añadir una reseña

Pertenece a las series editoriales

Debes iniciar sesión para editar los datos de Conocimiento Común.
Para más ayuda, consulta la página de ayuda de Conocimiento Común.
Título canónico
Título original
Títulos alternativos
Fecha de publicación original
Personas/Personajes
Lugares importantes
Acontecimientos importantes
Películas relacionadas
Epígrafe
Dedicatoria
Primeras palabras
Citas
Últimas palabras
Aviso de desambiguación
Editores de la editorial
Blurbistas
Idioma original
DDC/MDS Canónico
LCC canónico

Referencias a esta obra en fuentes externas.

Wikipedia en inglés

Ninguno

Fiction. Romance. Desdeño ese amor: "— ¡Es inaudito, inconcebible! ¿Qué representa aquí mi autoridad? Juro por Dios que antes te deseo ver muerta que unida a ese vividor llamado Juan Torres... ¡Maldita sea mi estampa! No lo consentiré, ¿me oyes? ¡No lo consentiré! Y don Ernesto Aller sacudió la encanecida cabeza, al tiempo de dar un formidable puñetazo en la mesa. Su nieta Ana pareció crecer ante la ira del viejo, pero, sin embargo, no osó pronunciar palabra. —Es extraordinario que después de haber repetido en todos los tonos mi parecer sobre ese mentecato de Juan Torres, aún te atrevas a llegar con él hasta la puerta. No consentiré más burlas —gritó con su voz potente, tan bronca que Enrique encogióse imperceptiblemente de hombros, como si fuera a recaer sobre él toda la ira del enfurecido abuelo—. Esto se acabó, ¿lo oyes? ¡Se acabó! No vuelvas a salir de casa mientras no me prometas bajo palabra de honor rechazar rotundamente a ese hombre. ¿Enterada? No faltaba más —añadió roncamente, mientras con gesto de furia llevaba el tenedor a la boca— que, después de estar criándote como si fueras una reina, viniera un holgazán por ahí a comerse todo lo que yo he conservado.".

No se han encontrado descripciones de biblioteca.

Descripción del libro
"—¡Es inaudito, inconcebible! ¿Qué representa aquí mi autoridad? Juro por Dios que antes te deseo ver muerta que unida a ese vividor llamado Juan Torres… ¡Maldita sea mi estampa! No lo consentiré, ¿me oyes? ¡No lo consentiré!
Y don Ernesto Aller sacudió la encanecida cabeza, al tiempo de dar un formidable puñetazo en la mesa. Su nieta Ana pareció crecer ante la ira del viejo, pero, sin embargo, no osó pronunciar palabra.
—Es extraordinario que después de haber repetido en todos los tonos mi parecer sobre ese mentecato de Juan Torres, aún te atrevas a llegar con él hasta la puerta. No consentiré más burlas —gritó con su voz potente, tan bronca que Enrique encogióse imperceptiblemente de hombros, como si fuera a recaer sobre él toda la ira del enfurecido abuelo—. Esto se acabó, ¿lo oyes? ¡Se acabó! No vuelvas a salir de casa mientras no me prometas bajo palabra de honor rechazar rotundamente a ese hombre. ¿Enterada? No faltaba más —añadió roncamente, mientras con gesto de furia llevaba el tenedor a la boca— que, después de estar criándote como si fueras una reina, viniera un holgazán por ahí a comerse todo lo que yo he conservado."
Resumen Haiku

Debates activos

Ninguno

Cubiertas populares

Enlaces rápidos

Valoración

Promedio: (3)
0.5
1
1.5
2
2.5
3 1
3.5
4
4.5
5

¿Eres tú?

Conviértete en un Autor de LibraryThing.

 

Acerca de | Contactar | LibraryThing.com | Privacidad/Condiciones | Ayuda/Preguntas frecuentes | Blog | Tienda | APIs | TinyCat | Bibliotecas heredadas | Primeros reseñadores | Conocimiento común | 206,654,405 libros! | Barra superior: Siempre visible